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jueves, 30 de diciembre de 2010

El tren de largo recorrido



Hay trenes que pasan una vez en la vida. No tienen paradas, no esperan, simplemente..... pasan.
Lo que está claro es que no puedes estar constantemente esperando en la estación, pero tampoco sabes que tren tienes que coger.
Hay trenes, en los cuales puedes parar en la próxima estación, dar la vuelta, y seguir en tu punto de partida, pero, si te equivocas en un tren sin paradas, no hay marcha atrás.
Rumbo a ninguna parte, con trayectos de corto recorrido (para no complicarse mucho la vida) sin equipajes, pensando poco, arriesgando poco, buscando el camino fácil, estos son los casos de las personas que dudamos, que no arriesgamos, que dejamos que nos invada el temor a un destino desconocido.
Apenas salimos de la estación, y si lo hacemos, son cortos paseos de ida y vuelta, es .... el salgo un momento ... y ahora vuelvo.
Paseos sin complicaciones, sin expectativas, sin grandes planes , en los que vuelves a disfrutar de un paisaje, que seguramente, estas cansado de ver.
Creo, que todos estos pequeños paseos nos preparan para hacer el gran viaje. Un viaje largo, duradero, casi perpetuo, en el cual, con ó sin equipaje, es el viaje de tu vida.

martes, 14 de diciembre de 2010

Las cosas no pasan por casualidad


Algunas veces las personas llegan a nuestras vidas sin darnos cuenta.En ocasiones he pensado que esto pasa para servir un propósito, para enseñarnos una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para ver lo que deseamos alcanzar. Tu no sabes quienes son estas personas, pero cuando fijas tu ojos en ellos sabes y comprendes que ellos afectaran tu vida de una manera profunda. Algunas veces te pasan cosas dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que sin que superes estas cosas nunca hubieras realizado tu potencial, tu fuerza. Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte: enfermedades, momentos importantes, grandes perdidas, conversaciones, todo ocurre para probar los limites. Sin estas pequeñas pruebas la vida seria como una carretera recién pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa, sin rumbo a ningún lugar, plana ,sin curvas, cómoda.Las personas que conoces afectan tu vida, las caídas y los triunfos que tu experimentas crean la persona que eres. Has que cada día cuente y aprecia cada momento como si nunca mas se fuera a repetir, porque quizás mas adelante no tengas la oportunidad de este momento. Escucha la vida, el momento, presta atención a todos esos detalles posiblemente irrepetibles. Permítete enamorarte, liberarte y poner tu vista en un lugar bien alto. Mantén tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho a hacerlo. Quierete y cree en tí, sino crees en ti mismo nadie mas lo hará tampoco. Crea tu propia vida,vívela....

La vida es un barco


Normalmente, no es uno mismo quien dirige su vida, a veces te dejas llevar por las circunstancias, te es más cómodo dejarte arrastrar por el viento, como tronco en el agua, a ver donde te lleva. Otras veces te dejas asesorar por parte de la tripulación, ó simplemente te equivocas de camino ó de puerto.

Otras veces es el tiempo quien te impide alcanzar tu destino. Oleaje, tempestades o tormentas, se cruzan en tu camino para ponerte más difícil el trayecto. Son impedimentos naturales, ó no, pero que de algún modo, has de sortearlos para seguir avanzando.

Con el paso del tiempo, aprendes a disfrutar de la navegación, del trayecto, descubres que no todo es llegar a puerto. Aprendes a disfrutar del sol del camino, de la lluvia, y por que no, de algún que otro obstáculo.

Mi barco, ya no es nuevo, tiene alguna pequeña grieta, natural con el paso del tiempo, y la verdad, es que tampoco dedico mucho tiempo a cuidarlo. El día a día, hace que mientras que sigas navegando te preocupes menos por esas pequeñas fisuras en el casco.

En alguna ocasión, he izado las velas con un destino proyectado, he organizado el trayecto de principio a fin, he preparado el camino hasta llegar a ese tan deseado puerto, he aprovechado el viento que soplaba para coger velocidad y cuando llegas al destino, pisas tierra como si todo el universo te perteneciera.


En mi barco, ha subido y bajado mucha tripulación, algunos aun perduran, otros los ataría para que nunca se bajaran y a pocos, muy pocos, a veces me gustaría echarlos por la borda.